Cursillo de mitologia.pdf


 

Argos_-_Cursillo_de_mitologia.pdfEl inolvidable Argos —seudónimo del difunto ingeniero Roberto Cadavid Misas—, deleitó durante muchos años a los lectores de "El Espectador" (Periódico en Colombia), con sus sabios apuntes sobre ortografía, gramática y sintaxis. Además de sabios, sabrosos, porque para Argos, idioma y palabra no eran árido desierto, sinó dulce fuente de sorpresas. Especial aprecio despertó su serie de apuntes sobre mitología griega y latina, compilados posteriormente en un libro titulado "Cursillo de Mitología" del cual hemos escogido algunos apartes que en esta y en próximas ediciones les daremos a conocer. De acuerdo a su propio texto, Argos se guió por el libro "mythology", de Edith Hamilton. Hoy reproducimos un fragmento del primer capítulo dedicado a Zeus (griego) ó Júpiter (Latino).

"Y el principio de Zeus ( y de cualquiera) son los padres. El taita de él era Cronos, que viene a ser el Saturno de los romanos. Era el dios del tiempo. Con Rea Cibeles, su hermanita, tuvo a Zeus. Porque en ese tiempo, como que no le ponían muchas bolas a impedimentos de parentescos y cismatiquerías de esas y le echaban mano a la que estuviera más cerquita.

Pero, cómo les parece que a Cronos, le dijeron que uno de sus hijos lo iba a destronar, y entonces, cuando dijo él a llenarle la barriga de huesos a Rea y ella a tener muchachos, hágase de cuenta una paisa sin planificación familiar, el malvado padre desnaturalizado se los iba tragando uno por uno. Y llegó a zamparse hasta cinco; pero cuando Rea tuvo el atraso para el sexto fue a consultar el oráculo y este le dijo:

— Hija mía: Ese niño que te va a nacer va a ser el dios más importante de todos, pa que te pongas orgullosa. Él va a destronar a ese infame marido tuyo, que te ha hecho perder todas esas preñeses... ¡Será por buenas que son...! Pero esta sí no la vas a perder. Cuando nazca, escondelo bien escondido del viejo. ¡cuidadito, pues!

Rea le obedeció al oráculo al pié de la letra, de modo que cuando empezó a sentir las afugias y los retorcijones cogió una piedra larguita y la envolvió en unos trapos y quedó hágase de cuenta un culicagadito recién nacido envuelto en pañales. Y con una sirvienta se lo mandó como desayuno a su adorado esposo, y ella salió a coger, no la cama, como cualquier otro, sino el monte, como las gallinas."

Saludos

Lo encuentran en:http://goo.gl/bcGrN

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